Gisela Galimi - (25)
A mi madre, por sus versos no escritos
A mi madre, por ser en nuestras vidas, la poesía misma
PRINCIPIO DEL PRINCIPIO
Puedo soltarme el pelo
abandonarme en vos
estarme quieta.
Desordenar el sol en nuestra casa
volver sobre mi
y encontrarte.
Dejar el equipaje,
disfrutarlo:
mi tierra prometida son tus manos.
GENEALOGÍA
Una estirpe de espada
y de rosa
azul linaje de sueños.
Mi abuelo, mosquetero y poesía
mi padre, esgrimista y poeta.
Yo, escritora de armas blancas
duelista de palabras y silencios.
DE ENTRECASA
No es la gran soledad
son los pequeños vacíos
horas en que la oficina
te fagocita,
exprime.
El tiempo que el niño duerme
su frágil siesta de hilo
y yo administro la rutina
cotidiana y doméstica,
malabarismos de la nada.
No son los grandes dolores
son las pequeñas frustraciones
el diario sin leer
las uñas hace tres días sin pintar
el no poder hacer el dobladillo del vestido de salir
ni necesitarlo.
POESÍA
Si la poesía es agua clara,
dulce caricia a los sentidos
quimera y ronda
sueño azul de rima y ritmo,
entonces
ya no soy
poesía.
Pero si es lengua
y sangre,
y grito,
y pozo,
y llamarada.
Si es aquelarre de palabras
que liberan del hechizo,
entonces más que nunca
soy poeta.
Aunque mis versos
no me reconozcan.
FIN
Mi cuerpo se abre,
se desgrana.
Fruta sin árbol caí,
porque otoñesía,
porque estaba madura
o porque ya no tenía ganas de quedarme.
Gisela Galimi nació en Lobos, provincia de Buenos Aires, en 1968. Recibió su licenciatura en Periodismo en la Universidad del Salvador. Es poeta y profesora del taller de Comunicación Oral y Escrita de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo. A los 16 años ganó el premio Givre, de la poesía joven. A los 17 participó en el programa "Primavera en Libertad". Ha trabajado en Buenos Aires en los diarios: Ambito Financiero, La Prensa y Clarín. También ha colaborado en las revistas: Nueva, Prensa Económica, y Target; como periodista económica y turistica. Desde hace dos años participa en el taller de María del Carmen Colombo. Es autora del Libro Claroscuro y Colorado, Editorial Tierra Firme.
PRINCIPIO DEL PRINCIPIO
Puedo soltarme el pelo
abandonarme en vos
estarme quieta.
Desordenar el sol en nuestra casa
volver sobre mi
y encontrarte.
Dejar el equipaje,
disfrutarlo:
mi tierra prometida son tus manos.
GENEALOGÍA
Una estirpe de espada
y de rosa
azul linaje de sueños.
Mi abuelo, mosquetero y poesía
mi padre, esgrimista y poeta.
Yo, escritora de armas blancas
duelista de palabras y silencios.
DE ENTRECASA
No es la gran soledad
son los pequeños vacíos
horas en que la oficina
te fagocita,
exprime.
El tiempo que el niño duerme
su frágil siesta de hilo
y yo administro la rutina
cotidiana y doméstica,
malabarismos de la nada.
No son los grandes dolores
son las pequeñas frustraciones
el diario sin leer
las uñas hace tres días sin pintar
el no poder hacer el dobladillo del vestido de salir
ni necesitarlo.
POESÍA
Si la poesía es agua clara,
dulce caricia a los sentidos
quimera y ronda
sueño azul de rima y ritmo,
entonces
ya no soy
poesía.
Pero si es lengua
y sangre,
y grito,
y pozo,
y llamarada.
Si es aquelarre de palabras
que liberan del hechizo,
entonces más que nunca
soy poeta.
Aunque mis versos
no me reconozcan.
FIN
Mi cuerpo se abre,
se desgrana.
Fruta sin árbol caí,
porque otoñesía,
porque estaba madura
o porque ya no tenía ganas de quedarme.
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Gisela Galimi nació en Lobos, provincia de Buenos Aires, en 1968. Recibió su licenciatura en Periodismo en la Universidad del Salvador. Es poeta y profesora del taller de Comunicación Oral y Escrita de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo. A los 16 años ganó el premio Givre, de la poesía joven. A los 17 participó en el programa "Primavera en Libertad". Ha trabajado en Buenos Aires en los diarios: Ambito Financiero, La Prensa y Clarín. También ha colaborado en las revistas: Nueva, Prensa Económica, y Target; como periodista económica y turistica. Desde hace dos años participa en el taller de María del Carmen Colombo. Es autora del Libro Claroscuro y Colorado, Editorial Tierra Firme.
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