Violeta Parra (23)
Arauco tem uma dor
que não posso calar,
são injustiças de séculos
que todos veem acontecer,
nenhum remédio
pode remediar.
Levante-se, Huenchullán.
Um dia chega de longe
Huescufe conquistador
procurando por montanhas de ouro,
que o índio nunca procurou,
para o índio é suficiente o ouro
que brilha do sol.
Levante-se, Curimon.
Ave que chega sem origem
não sabe para onde está indo,
é uma prisioneira em seu próprio voo,
ave má será.
Ave maligna, semeia joio,
bebe, cala e se vai,
fecha tua fonte, cala teu canto,
atira a chave ao mar.
Um passarinho veio chorando,
eu queria consolá-lo;
toquei seus olhos com meu lenço:
pupila de águia,
pupila de águia.
Para te esquecer
vou cultivar a terra,
Nela espero encontrar um
remédio para minhas dores.
Aqui vou plantar a roseira
Dos espinhos mais grossos,
Terei a coroa pronta
Para quando você morrer em mim.
Run Run se fue pa’l norte
En un carro de olvido antes del aclarar,
de una estación del tiempo decidido a rodar
Run Run se fue pa´l norte, no sé cuándo vendrá
vendrá para el cumpleaños de nuestra soledad.
A los tres días carta con letras de coral,
me dice que su viaje se alarga más y más,
se va de Antofagasta sin dar una señal
y cuenta una aventura que paso a deletrear.
Ay, ay, ay, de mí.
un transbordo por culpa del último huracán,
en un puente quebrado cerca de Vallenar,
con una cruz al hombro Run Run debió cruzar.
Run Run siguió su viaje, llegó al tamarugal
sentado en una piedra se puso a divagar,
que sí, que esto, que lo otro, que nunca, que además,
que la vida es mentira, que la muerte es verdad.
Ay, ay, ay, de mí.
sacó papel y tinta y un recuerdo quizás
sin pena ni alegría, sin gloria ni piedad,
sin rabia ni amargura, sin hiel ni libertad,
vacía como el hueco del mundo terrenal,
Run Run mandó su carta por mandarla no más.
Run Run se fue pa´l norte, yo me quedé en el sur,
al medio hay un abismo sin música ni luz.
Ay, ay, ay, de mí.
El calendario afloja por las ruedas del tren
los números del año sobre el filo del riel
más vueltas dan los fierros, más nubes en el mes,
más largos son los rieles, más agrio es el después.
Run Run se fue pa´l norte qué le vamos a hacer
así es la vida entonces, espinas de Israel
los clavos del martirio, el vinagre y la hiel.
Ay, ay, ay, de mí.
Pupila de águila
Un pajarillo vino a posarse
bajo mi arbolito.
Era de noche, yo no podía
ver su dibujito.
Se lamentaba de que una jaula
lo hizo prisionero,
que las plumillas, una por una,
se las arrancaron.
Quise curarlo con mi cariño,
mas el pajarillo
guardó silencio como una tumba
hasta que amaneció.
Llegan los claros de un bello día,
el viento sacudió
todo el ramaje de mi arbolito
y allí se descubrió
que el pajarillo tenía el alma
más herida que yo
y por las grietas que le sangraban
su vida se escapó.
En su garganta dolido trino
llora su corazón.
Le abrí mi canto y en mi vihuela
lo repitió el bordón.
Ya mejoraba, ya sonreía
con mi medicina,
cuando una tarde llegó una carta
de su jaula antigua.
En mi arbolito brotaron flores
negras y moradas.
Porque el correo vino a buscarlo,
mis ojos lloraban.
Desaparece, me deja en prenda
toda su amargura;
se lleva ufano mi flor más tierna,
mi sol y mi luna.
En el momento de su partida,
en mi cuello un collar
dejó olvidado y, como Aladino,
yo lo empecé a frotar.
Pasan minutos, pasan las horas
y toda una vida,
por el milagro de aquella joya
lo he visto regresar
con más heridas, con más silencio
y con garras largas:
su buenos días mi piel desgarra
con ácida maldad.
Ave que llega sin procedencia
y no sabe dónde va,
es prisionera en su propio vuelo,
ave mala será.
Ave maligna, siembra cizaña,
bebe, calla y se va,
cierra tu fuente, cierra tu canto,
tira la llave al mar.
Un pajarillo vino llorando,
lo quise consolar;
toqué sus ojos con mi pañuelo:
pupila de águila,
pupila de águila.
A jardineira
Para te esquecer
vou cultivar a terra,
Nela espero encontrar um
remédio para minhas dores.
Aqui vou plantar a roseira
Dos espinhos mais grossos,
Terei a coroa pronta
Para quando você morrer em mim.
Para minha tristeza azul violeta,
Cravo rosa para minha paixão
E para saber se eu
deshojo um chamomillon branco.
Se você me ama muito, um pouco, nada,
Meu coração está calmo.
Eles vão crescendo aos poucos.
Os pensamentos felizes
Quando você já está florescendo
Sua memória irá longe.
Da flor da papoula
serei seu melhor amigo,
vou colocá-la debaixo do travesseiro
Para dormir em paz.
Para minha tristeza azul violeta,
Cravo rosa para minha paixão
E para saber se eu
deshojo um chamomillon branco.
Se ele me ama muito, um pouco, nada,
Meu coração está calmo.
De volta aos dezessete
Voltar aos dezessete anos
depois de viver um século
é como decifrar signos
sem ser um sábio competente.
De repente ficar
tão frágil quanto um segundo,
me sentir profundamente novamente
como uma criança diante de Deus,
é o que sinto
neste momento fértil.
Ele fica emaranhado, emaranhado,
como a hera na parede,
e
brota , brota , como o musgo na pedra,
oh, sim sim sim.
Meu passo retrocedeu,
quando o seu avança;
o arco de alianças
penetrou em meu ninho
com todas as suas cores,
percorreu minhas veias
e até as duras correntes
com que o destino nos amarra
são como um diamante fino
que ilumina minha alma serena.
O que o sentimento pode
fazer, o conhecimento não foi capaz de fazer,
nem a ação mais clara,
nem o pensamento mais amplo.
Tudo muda o momento como um
mago condescendente,
gentilmente nos afasta
dos ressentimentos e da violência:
só o amor com sua ciência
nos torna tão inocentes.
O amor é um turbilhão
de pureza original;
até o animal feroz
sussurra seu doce trinado,
prende peregrinos,
liberta prisioneiros;
o amor com sua dedicação faz
do velho uma criança
e só o mau se torna
puro e sincero pelo afeto .
A janela
escancarada como por encanto, o
amor entrou com seu manto
como uma manhã quente;
Ao som de seu lindo alvo ele
fez o jasmim brotar,
voando como um serafim,
ele colocou brincos no céu
e meus dezessete anos
viraram querubim.
Arauco tiene una pena
Arauco tiene una pena
que no la puedo callar,
son injusticias de siglos
que todos ven aplicar,
nadie le ha puesto remedio
pudiéndolo remediar.
Levántate, Huenchullán.
Un día llega de lejos
Huescufe conquistador,
buscando montañas de oro,
que el indio nunca buscó,
al indio le basta el oro
que le relumbra del sol.
Levántate, Curimón.
Entonces corre la sangre,
no sabe el indio qué hacer,
le van a quitar su tierra,
la tiene que defender,
el indio se cae muerto,
y el afuerino de pie.
Levántate, Manquilef.
Adónde se fue Lautaro
perdido en el cielo azul,
y el alma de Galvarino
se la llevó el viento Sur,
por eso pasan llorando
los cueros de su cultrún.
Levántate, pues, Calful.
Del año mil cuatrocientos
que el indio afligido está,
a la sombra de su ruca
lo pueden ver lloriquear,
totoral de cinco siglos
nunca se habrá de secar.
Levántate, Callupán.
Arauco tiene una pena
más negra que su chamal,
ya no son los españoles
los que los hacen llorar,
hoy son los propios chilenos
los que les quitan su pan.
Levántate, Pailahuán.
Ya rugen las votaciones,
se escuchan por no dejar,
pero el quejido del indio
¿por qué no se escuchará?
Aunque resuene en la tumba
la voz de Caupolicán.
Levántate, Huenchullán.
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Violeta Parra Sandoval de El Carmen ( San Fabian de Alico ou San Carlos , Região Atual Ñuble , Chile , 4 de outubro de 1917- La Reina , Região Metropolitana de Santiago , 5 de fevereiro de 1967) era uma artista chilena, reconhecida como um dos principais folcloristas em América do Sul e divulgador da música popular de seu país. Ele era um membro da famosa família Parra .
Sua contribuição para o esforço artístico chileno é considerada de grande valor e significado. Seu trabalho inspirou vários artistas posteriores, que continuaram com sua tarefa de resgatar a música country chilena e as manifestações constituintes do folclore chileno e latino-americano. Suas canções foram cobertas por vários artistas, tanto chilenos e estrangeiros. Em comemoração ao seu nascimento, no dia 4 de outubro é celebrado o “Dia da música e dos músicos chilenos”.
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