segunda-feira, 12 de outubro de 2020

Los Poetas del Amor... Ricardo Jaimes Freyre (Bolivia)

 Los Poetas del Amor (74)




Estou apavorado com o frio de sua mão sem carne
Oh, esta mão não é sua! Por que o frio dessa mão
já penetra nos meus ossos?
Tenho medo do abismo.

Você não sabe o quanto eu sofro! Você que colocou
a escuridão
na minha noite, e uma amargura mais profunda na minha dor!







SOMBRA


¡Oh!, ¡Cuán fría está tu mano! ¿Ríes? ¿Por qué ríes?
Chocan tus dientes. Hay algo extraño en tus ojos. Tus miradas
hieren como dagas. Me hace daño tu risa,
me aterra el frío de tu mano descarnada:

¡Déjame huir! Ya la noche dolorosa nos rodeó
con el pavor de sus sombras... Hay un abismo a mis plantas.
Hay un clamor en el fondo del abismo. Las tinieblas
se aglomeran en los flancos hendidos de las montañas.

¡Oh, esta mano no es la tuya! ¿Por qué el frío de esta mano
penetra ya hasta mis huesos? ¿Por qué brilla una guadaña
sobre mi frente...? ¿No escuchas ese vago son que llega
suave y tenue, como el eco de una música lejana?
¡Oh, cuán triste es ese ritmo que suspira en mis oídos
y conduce hasta mis ojos la amargura de mis lágrimas!
¡Oh, cuán triste es ese ritmo! Déjame llorar. ¡Oh, déjame
arrodillarme! Mis labios sabrán quizá una plegaria.

Tengo frío. Tengo miedo. Esas sombras que se mueven
son espectros que en el borde del abismo se entrelazan...
No me arrastres... Tengo miedo... Tengo miedo del abismo.
Déjame huir... Ya la carne de mis huesos se separa...

¡Oh, ese espectro que a mí viene con los brazos extendidos
y que absorbe con sus ojos mis pupilas abrasadas!
Ya mis manos están yertas, ya están secas mis pupilas
y el gemido del abismo, frío y lúgubre me llama.

Vamos ya. ¿Ves como empuja desprendidos eslabones
hacia el fondo de la cima la cadena de fantasmas?
Vamos ya. Llévame‚. Siento que el latido de mis venas
se acompasa con el ritmo de la música lejana;
con el ritmo dulce y triste, que se mece en las tinieblas
y armoniza con mis pesos la caricia de sus alas,
como esquife
columpiando
de las ondas.
Suavemente... Lentamente,
por el blando
fugitivas
movimiento
que se extinguen
en la playa.
va ondulando en la penumbra,
en su danza tenebrosa la cadena de fantasmas...
Vamos ya para las entrañas de la noche y el espanto...
¡Oh, el amor! ¡Oh, la alegría! ¡Oh, la dicha!
¡Oh, la esperanza!




SIEMPRE


¡Tú no sabes cuánto sufro! ¡Tú que has puesto mis tinieblas
en mi noche, y amargura más profunda en mi dolor!
Tú has dejado, como el hierro que se deja en una herida,
en mi oído la caricia dolorosa de tu voz.

Palpitante como un beso; voluptuosa como un beso;
voz que halaga y que se queja; voz de ensueño y de dolor.
Como sigue el ritmo oculto de los astros el océano‚
mi ser todo sigue el ritmo misterioso de tu voz.

¡Oh, me llamas y me hieres! Voy a ti como un sonámbulo
con los brazos extendidos en la sombra y el dolor...
¡Tú no sabes cuánto sufro! Cómo aumenta mi martirio,
temblorosa y desolada, la caricia de tu voz.

¡Oh, el olvido! El fondo obscuro de la noche del olvido
donde guardan los cipreses el sepulcro del Dolor.
Yo he buscado el fondo obscuro de la noche del olvido,
y la noche se poblaba con los ecos de tu voz...






LA MUERTE DEL HEROE


Aún se estremece y se yergue y amenaza con su espada
cubre el pecho destrozado su rojo y mellado escudo
hunde en la sombra infinita su mirada
y en sus labios expirantes cesa el canto heroico y rudo.

Los dos Cuervos silenciosos ven de lejos su agonía
y al guerrero las sombras alas tienden
y la noche de sus alas, a los ojos del guerrero, resplandece como el día
y hacia el pálido horizonte reposado vuelo emprenden.






Lo fugaz





A rosa trêmula
saiu do caule,
e a brisa a varreu
sobre as águas turvas do pântano.

Uma onda descontrolada
abriu seu seio amargo
e estreitando a rosa trêmula
desfez-se dela em seus braços.

Flutuou na água
as folhas como membros mutilados
e confundido com a lama negra
preto, ainda mais do que lama, eles se viraram,

mas nas noites puras e serenas
parecia vagar no espaço
um leve cheiro de rosa
sobre as águas turvas do pântano.




_________________


Ricardo Jaimes Freyre
(1868 -1933)

Artista requintado e original; criador de novos ritmos. Personalidade brilhante da América Espanhola. Poeta; Iniciador do Modernismo que, desde a América, teve repercussão na Espanha. Com Rubén Darío fundou a Revista de América em Buenos Aires. Professor, primeiro em Sucre, depois vinte anos em Tucumán.
Diplomata, estadista, ocupou altos cargos. Ele nasceu em Tacna enquanto seu pai, natural de Potosí, era cônsul da Bolívia.
Ele começou sua obra literária na Argentina. Poeta augural, ele abriu as portas da poesia livre do presente.
Sua voz é orquestral com sons de bronze e qualidades de seda. Dominador magistral da ideia e da retórica. Ele lidou com triplos universais e atemporais. Há em seus poemas alusões à mitologia nórdica.
Ele foi o criador da teoria correta e original em suas "Leis da Versificação Castelhana", 1907.
Obras: meia dúzia de livros importantes sobre diferentes aspectos da história de Tucumán, História da Idade Média e dos Tempos Modernos, "A filha de Jefté", drama. Muitos trabalhos em prosa. Em verso: "Castalia Bárbara", 1897. "Dreams are Life", livros que são um marco na poesia americana por sua profunda emoção humana, profundidade de sentimentos, filosofia, sugestão misteriosa. "The Conquerors", drama histórico, 1928.
A personalidade cativante de Don Ricardo, sua aparência de mosqueteiro com cabelos desgrenhados, olhar penetrante, bigode levantado, chapéu largo e capa espanhola, atraíam alunos, amigos e mulheres que o rodeavam, admirando sua vibrante voz musical, seu jeito galante e nobre.
Bolívia e Argentina compartilham a glória deste artista. Seus restos mortais repousam em Potosí.


Nenhum comentário:

Postar um comentário