Esta noite a lua não quer que eu durma.
Esta noite a lua saltou pela janela.
E, uma noiva que tira a roupa com flores de laranjeira,
toda ela nua, ela entrou na minha cama.
LA NEGRA
(A Félix Matos Bernier)
Bajo el manto de sombras de la primera noche,
la mano de Elohím, ahíta en el derroche
de la bíblica luz del fiat omnifulgente,
te amasó con la piel hosca de La serpiente.
Puso en tu tez la tinta del cuero del moroco
y en tus dientes la espuma de la leche del coco.
Dio a tu seno prestigios de montañesa fuente
y a tus muslos textura de caoba incrujiente.
Virgen, cuando la carne te tiembla en la cadera,
remedas la potranca que piafa en la pradera.
Madre, el divino chorro que tu pecho desgarra,
rueda como un guarismo de luz en la pizarra.
Oh, tú, digna de aquel ebrio de inspiración
cántico de los cánticos del rey Salomón.
LA LUNA DURMIÓ CONMIGO
Esta noche la luna no quiere que yo duerma.
Esta noche la luna saltó por la ventana.
Y, novia que se quita su ropa de azahares,
toda ella desnuda, se ha metido en ml cama.
Viene de lejos, viene de detrás de las nubes,
oreada de sol y plateada de agua.
Viene que huele a besos: quizá, esta misma noche,
la enamoró el lucero galán de la mañana.
Viene que sabe a selva: tal vez, en el camino,
la curva de su cola rozó con la montaña.
Viene recién bañada: acaso, bajo el bosque,
al vadear el arroyo, se bañó en la cascada.
Viene a dormir conmigo, a que la goce y bese,
y a cantar la mentira de que a ml solo me ama.
Y como yo, al oírla, por vengarme, le digo
"mi amor es como el tuyo", ella se ha puesto pálida.
Ella se ha puesto pálida, y al besarme la boca,
me ilumina las sienes el temblor de sus lágrimas.
Ahora ya sé que ella, la que en suntuosas noches
da su cuerpo desnudo, a ml me ha dado el alma.
LINDA RUBIA
Linda rubia: las otras lindas rubias
saben que tú eres la más rubia entre ellas.
¿De qué áureos medievales, de qué onzas
de virreinos en flor, de qué monedas,
por el roce de siglos derretidas,
se amontonan en tus bucles y tus trenzas
la melcocha de oro en que embalsada
salta en rizos de sol tu caballera?
Orfebres gnomos de encantadas grutas,
forjando magias de metal con ella,
para ti harán dos lunas, dos zarcillos,
y para mí dos soles, dos espuelas,
que alumbren los caminos de la noche
y ricen de temblor las madreselvas,
cuando salgamos a correr ensueños,
montada tú a las ancas de mi yegua,
repica que repica repicando
pa-ca-tás pa-ca-tás sobre las piedras,
encendida de espumas la alazana,
encendidas de sangre las espuelas,
encendida la noche de luceros
y encendida la ruta de quimeras...
Linda rubia: las otras lindas rubias
saben que tú eres la más zarca entre ellas.
En sueños hice medallón dorado
con las dos medialunas de tus cejas;
marco de mi retrato en miniatura,
que vi en tus ojos de color turquesa
que las azules alas le robaron
a la azul mariposa de la huerta;
a la azul mariposa de azul alba
en que el sol madrugó turnio de ojeras;
a la azul mariposa que en la rosa
lograste al fin hacerla prisionera.
Linda rubia: las otras lindas rubias
envidian la blancura de tus perlas.
Tus labios, los dos cárdenos gusanos,
que tu lengua de miel aterciopela
unidos en los picos y en las colas
en apretado amor de macho y hembra,
circundan tu nidada de marfiles,
tus dos triunfales arcos en hileras,
que hízolos Dios para que fuesen dientes
y que una noche se volvieron perlas,
una noche de orgía en el Olimpo,
de rumba y bacanal, la noche lesbia
de la luna desnuda y tú desnuda,
en que borracha tú y borracha ella,
le pegaste un mordisco en las mejillas
empolvadas de polvo de luciérnagas,
y así bañaste en lumbre tus marfiles
que se volvieron luminosas perlas.
Linda rubia: las otras lindas rubias
el lujo de tus nácares ensueñan.
Nácares que en tus dedos acumulan
la impalpabilidad con que la abeja
liba el glóbulo intáctil de rocío
sin que su etérea levedad la sienta.
Besos de vaporosos colibríes
que rozan sin rozar las astromelias.
Nácares de las uñas de tus dedos
que palpan sin palpar mi cabellera.
Como las de las playas de los mares,
uñas de las minúsculas almejas
que por entre las púdicas enaguas,
en que la espuma se desriza en seda,
rascan las blancas nalgas de las olas
que a retozar se tienden en la arena.
Linda rubia: las otras lindas rubias
saben que tú eres la más blanca entre ellas.
Tú eres la luna medialuna blanca
en mis suntuosas noches de bohemia,
en las aristocráticas orgías
-vinos de mieles de Afrodita y Leda-
y hasta en las náuseas del amor rendido
que vomita su alcohol en las tinieblas.
La medialuna es Venus de los cielos
y tú eres medialuna de la tierra.
En tu falda de plata, Medialuna,
voy a besar el oro de una estrella.
LECHE DE LA CABRA NEGRA
Como medialuna blanca
en la medianoche negra,
tu blanca piel es la lumbre
que aluza mi hosca tristeza.
Tu piel le reza de noche
a la noche de la sierra
la letanía de la espuma
del salto de agua en las piedras.
Y a los luceros les trova
la más blanca cantarela:
la de la leche de ensueño
de la errante azul camella
panda en la travesía
entre la luna y la tierra.
Es la carne de tu cuerpo
carne de nuez cocotera,
cuajo de recién cuajado
queso de hoja de Isabela,
nieve de Blanca de Nieve,
y blanco vellón de oveja.
Alas de garzota blanca
son tus brazos y tus piernas.
Y eres toda ensueño blanco:
leche de la azul camella.
Luna y blanca, blanca
y luna novia en traje do azucena:
novia desnuda en la noche:
blanca la carne de soda,
blanca la cola de espuma
y blanco el velo de niebla.
Flor rociada de rocío
y llena de luna llena.
Flor que se desnuda
para que la gocen las estrellas.
Blanca sal. Azúcar blanca.
Cal. Cal viva en la cantera.
Polvo de almidón de yuca.
Polvo de arroz de Valencia.
Caracol de limpio nácar.
Vaso de horchata de almendra.
Huevo del cisne del cielo.
Leche do la cabra negra:
de la cabra de la noche
que en la inmensidad berrea,
paciendo sobre los astros,
y Dios lo sopla las tetas
quo se hinchan de infinito
y en vialácteas se deslechan.
Toda eres claro do luna:
la luna en tu carne riela.
Y toda, blanca vialáctea:
leche do la cabra negra.
VALLE DE COLLORES
Cuando salí de collores
fue en una jaquita baya,
por un sendero entre mayas
arropás de cundiamores.
Adiós, malezas y flores
de la barranca del río,
y mis noches del bohío,
y aquella apacible calma,
y los viejos de mi alma,
y los hermanitos míos.
¡Qué pena la que sentía,
cuando hacia atrás yo miraba,
y una casa se alejaba,
y esa casa era la mía!
La última vez que volvía
los ojos, vi el blanco vuelo
de aquel maternal pañuelo
empapado con el zumo
del dolor. Mas allá, humo
esfumándose en el cielo.
La campestre floración
era triste, opaca, mustia.
Y todo, como una angustia,
me apretaba el corazón.
La jaca a su discreción,
iba a paso perezoso.
Zumbaba el viento, oloroso
a madreselvas y a pinos.
Y las ceibas del camino
parecían sauces llorosos.
No recuerdo como fue
(aquí la memoria pierdo)
Más en mi oro de recuerdos,
recuerdo que al fin llegué,
la urbe, el teatro, el café,
la plaza, el parque, a la acera...
Y en una novia hechicera,
hallé el ramaje encendido,
donde colgué el primer nido
de mi primera quimera.
Despues, en pos de ideales.
Entonces, me hirió la envidia.
Y la calumnia y la insidia
y el odio de los mortales.
Y urdiendo sueños triunfales,
vi otra vez el blanco vuelo
de aquel maternal pañuelo
empapado con el zumo
del dolor. Lo demás, humo
esfumándose en el cielo.
Ay, la gloria es sueño vano.
Y el placer, tan sólo viento.
Y la riqueza, tormento.
Y el poder, hosco gusano.
Ay, si estuviera en mis manos
borrar mis triunfos mayores,
y a mi bohío de Collores
volver en la jaca baya
por el sendero entre mayas
arropás de cundiamores.
___________________
Luis Lloréns estuda o ensino secundário em Mayagüez. Depois de concluir esses estudos, foi para a Espanha estudar nas universidades de Barcelona e Granada.
Retornando a Porto Rico em 1901, iniciou sua frutífera atividade, vários de seus livros foram publicados em ordem sucessiva e rápida. Em particular, devemos mencionar a Revista de las Antillas, onde já aparecem seus poemas de orientação vanguardista e modernista, juntamente com os de muitos outros hispano-americanos da mesma escola.
Grande parte da poesia de Luis Lloréns é influenciada por sua militância política e pelo nascente criollismo literário em voga. É comum encontrar em sua coleção de poemas jíbaro folclore e costumes populares em geral.
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