quinta-feira, 23 de abril de 2020

Los Poetas del Amor... Andrés Eloy Blanco (Venezuela)

Los Poetas del Amor (67)





Mãe, se eles me matarem
abra a ferida, feche meus olhos
e me traga um homem pobre de uma cidade pobre
E aquela pobre mão pela qual eles me matam
coloque na ferida pela qual estou morrendo.






EVOCACIÓN INDÍGENA

Subiendo hacia San Félix, donde el río enseña dos dientes,
donde el río enseña, bien cerrados,
los dos puños de Piar exprimiendo la Hazaña,
subiendo hacia San Félix vimos el arco iris
que hacía el arco indio sobre su cuerda de aguas,
Y entonces recordé, amigos,
aquella lección de Historia que leímos en la infancia,
la primera lección de Historia,
en que nuestra leyenda nos inaugura el alma:
Recordad la primera lección:
nos dice que Colón nos descubrió en su tercer viaje
y habla de las corrientes aquellas que detuvieron a Colón.

Simple clase de Historia, clara como una mañana
sencilla como el día de la primera novia,
sueño de las primeras madrugadas,
simple clase de Historia, como un día domingo,
con misa de ocho y ropa almidonada,
clase de Historia que nos cuenta el día
en que venían las carabelas de España,
mientras , ajeno a todo lo que del mar viniera,
para su novia, por los montes, buscaba flores Sorocaima.
Por el estrecho tempestuoso,
las tres carabelas avanzan,
otra vela se iza en las espumas
que abanican las piedras de la costa de Paria,
las tres carabelas vienen
pero del lado de los indios las veinte bocas las aguardan.

Y al enfilar hacia el Océano libre,
una sombra se levanta;
abiertas las piernas sobre el Delta,
aferrado al suelo que sus tesoros guarda,
el Orinoco de sus muslos mojados,
que tiene oro en los pies y el Sol en las espaldas
y la cabeza entre los cielos,
en una mano tiene un arco y con veinte flechas dispara,
y luchan las tres naves por avanzar y en vano
porque en el Delta le rechaza
el viejo indio autónomo
que nació en la Parima y creció en la Guayana,
y tiende el arco indígena, si, tiende el arco iris
y lanza veinte flechas si vuelan veinte garzas...






CANTO DE LOS HIJOS EN MARCHA

Madre, si me matan,
que no venga el hombre de las sillas negras;
que no vengan todos a pasar la noche
rumiando pesares, mientras tú me lloras;
que no esté la sala con los cuatro cirios
y yo en una urna, mirando hacia arriba;
que no estén las mesas llenas de remedios,
que no esté el pañuelo cubriéndome el rostro,
que no venga el mozo con la tarjetera,
ni cuelguen las flores de los candelabros
ni estén mis hermanas llorando en la sala,
ni estés tú sentada, con tu ropa nueva.
Madre, si me matan,
que no venga el hombre de las sillas negras.

Lléname la casa de hombres y mujeres
que cuenten el último amor de su vida;
que ardan en la sala flores impetuosas,
que en dos grandes copas quemen melaleuca,
que toquen violines el sueño de Schuman;
los frascos rebosen de vino y perfumes;
que me miren todos, que se digan todos
que tengo una cara de soldado muerto.

Lléname la casa
de flores regaladas, como en una selva.
Déjame en tu cuarto, cerca de tu cama;
con mis cuatro hermanas, hagamos consejo;
tenme de la mano, tenme de los labios,
como aquella noche de mi padre muerto,
y al cabo, dormidos iremos quedando,
uno con su muerte y otro con su sueño.

Madre, si me matan,
que no venga el coche para los entierros,
con sus dos caballos gordos y pesados,
como de levita, como del Gobierno.

Que si traen caballos, traigan dos potrillos
finos de cabeza, delgados de remos,
que vayan saltando con claros relinchos,
como si apostaran cuál llega primero.
Que parezca, madre,
que voy a salirme de la caja negra
y a saltar al lomo del mejor caballo
y a volver al fuego.
Madre, si me matan,
que no venga el coche para los entierros.

Madres, si me matan,
y muero en los bosques o en mitad del llano,
pide a los soldados que te den tu muerto;
que los labradores y las labradoras
y tú y mis hermanas, derramando flores,
hasta un pueblo manso se lleven mi cuerpo;
que con unos juncos hagan angarillas,
que pongan mastranto y hojas y cayenas
y que así me lleven hasta un cementerio
con cerca de alambres y enredaderas.
Y cuando pasen los años
tráeme a mi pedazo, junto al padre muerto
y allí, que me pongan donde a ti te pongan,
en tu misma fosa y a tu lado izquierdo.
Madre, si me matan,
pide a los soldados que te den tu muerto.

Madre, si me matan, no me entierres todo,
de la herida abierta sácame una gota,
de la honda melena sácame una trenza;
cuando tengas frío, quémate en mi brasa;
cuando no respires, suelta mi tormenta.
Madre, si me matan, no me entierres todo.

Madre, si me matan,
ábreme la herida, ciérrame los ojos
y tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo
y esa pobre mano por la que me matan,
pónmela en la herida por la que me muero.

Llora en un pañuelo que no tenga encajes;
ponme tu pañuelo
bajo la cabeza, triste todavía
por las despedida del último sueño,
bajo la cabeza como casa sola,
densa de un perfume de inquilino muerto.

Si vienen mujeres, diles, sin sollozos:
-¡Si hablara, qué lindas cosas te diría!
Ábreme la herida, ciérrame los ojos...

Y una palabra: JUSTICIA
escriban sobre la tumba
Y un domingo, con sol afuera,
vengan la Madre y las Hermanas
y sonrían a la hermosa tumba
con nardos, violetas y helechos de agua
y hombres y mujeres del pueblo cercano
que digan mi nombre como de su casa
y alcen a los cielos cantos de victoria,
Madre, si me matan.


(Mayo de 1929)





SONETO DE LA RIMA POBRE

Me das tu pan en tu mano amasado,
me das tu pan en tu fogón cocido,
me das tu pan en tu piedra molido,
me das tu pan en tu pilón pilado.

Me das tu rancho en tu palma arropado,
me das tu lecho en tu rincón sumido,
me das tu sorbo, a tu sed exprimido,
me das tu traje, en tu sudor sudado.

Me das, oh Juan, tu dame de mendigo,
me das, oh Juan, tu toma de pobrero,
tu clara fe, tu oscuro desabrigo,
y yo te doy, por lo que dando espero,
el oscuro esperar con que te sigo
y el claro corazón con que te quiero.






La Hora Clave: Andrés Eloy Blanco, el poeta del pueblo








"Mais do que político, sou um homem de letras, um poeta emprestado pela poesia à política, em nome da responsabilidade do pensamento."







Andrés Eloy Blanco - (1897 - 1955)

No berço de Sucre (Cumaná - Edo. Sucre), nasceu o poeta venezuelano Andrés Eloy Blanco. Seus pais eram o Dr. Luis Felipe Blanco e a Sra. Dolores Meaño de Blanco. Quando o bardo tinha apenas oito anos, sua família ficou confinada em Margarita (1905) devido a desentendimentos com o governo de Cipriano Castro, até 1909, já sob o mandato de Juan Vicente Gómez (1909-1935).

Eles retornam a Cumaná e depois residem em Caracas, a cidade onde Andrés Eloy completa sua educação formal. Por volta de 1913, ele foi considerado um dos membros do Círculo de Bellas Artes e em 1918 recebeu a "flor natural" nos jogos florais com "Canto à Espiga e Arado". Também neste ano, ele publica "The Garden of Epic" (drama em verso) e é preso em Rotunda por participar de manifestações estudantis.

Ele estuda direito na Universidade Central da Venezuela e, segundo algumas fontes, se formou em 1919, segundo outras, em 1920. Entre seus primeiros clientes está a sra. Pancha Vásquez, dona de um grande rebanho na região de Arauca, e serve de inspiração para Dona Bárbara de Rómulo Gallegos.


Em 1921, ele foi premiado com um concurso literário em Zulia e publicou "Tierras que me oieron". Em 1922, ele publicou "Os Cravos da Porta". Em 1923, obteve o Primeiro Prêmio nos Jogos Florais de Santander com seu poema "Canto a España". Ele viaja para a península para receber o prêmio, permanecendo na Europa por mais de um ano. Lá ele conhece os movimentos de vanguarda da época. Em 1924, ele foi eleito para a Academia Real de Boas Letras de Sevilha. Nesse mesmo ano, ele viajou para Havana, onde se encontrou com exilados cubanos de Gomez e intelectuais.

Em seu retorno, ele publicou "O amor não foi aos touros". Em 2 de fevereiro de 1927, seu pai morreu. Em 1928, ele começou a publicar o jornal anti-Gomez "El Imparcial", que circula clandestinamente e está ligado às organizações clandestinas USCA (União Americana de Construções Sociais) e FAR (Frente da Ação Revolucionária).

Após o golpe de 7 de abril de 1928, ele foi preso novamente em La Rotunda, depois transferido para o Castelo Libertador de Puerto Cabello e finalmente confinado em Timotos e depois em Valera.

Em 1932, ele foi autorizado a voltar a Caracas por estar doente, mas proibindo-o de publicar na imprensa e falar no rádio. Em 1934, "Poda" aparece, que é o equilíbrio de sua produção entre 1923 e 1928. Em 1935, ele publica "La aereoplana clueca", um volume de histórias com um ótimo sabor humorístico que levará ao semanal "El Morrocoy Azul".

Andrés Eloy Blanco ocupa seus primeiros cargos públicos durante o governo do general Eleazar López Contreras (1936-1941), começando no Ministério de Obras Públicas como chefe do Serviço de Gabinete.

Em 14 de fevereiro de 1936, ocorreu uma manifestação na Plaza Bolívar, em Caracas, que foi metralhada por ordens do governador do Distrito Federal. Começa a expulsão de líderes políticos, acusados ​​de serem extremistas. A atitude de Andrés Eloy Blanco é de protesto aberto. Ele também é um dos membros da Organização Revolucionária da Venezuela (ORVE), desaprovada pelo governo. O desejo de retirar o poeta do país é estudado nas esferas oficiais e ele é nomeado inspetor de consulados. Notícias de outros eventos políticos infelizes estão chegando ao exterior, um deles, o ataque à Universidade praticado pela Polícia de Caracas. Na briga, o estudante Eutemio Rivas (1937) perde a vida.

Outro fato desencorajador é o cassação pelo Chefe do Executivo de vários deputados e senadores eleitos pela oposição. Blanco não espera mais, renuncia à inspeção do consulado e retorna ao seu país.

Em 1937, ele fundou, juntamente com outros, o PDN (Partido Nacional Democrático), foi eleito conselheiro e aprovou o Congresso Nacional como deputado da oposição. Nesse mesmo ano, publicou "Barco de Piedra" (poemas), Abigaíl (teatro) e Malvina Recobrada (prosa poética). Em 1938, ele publicou "Baedeker 2000" (Poemas).

Mais tarde, ele entrou totalmente na política, sendo um dos fundadores do partido Ação Democrática. Contorna a candidatura de Rómulo Gallegos (1941).

Em 1942, ele publicou "Navegacion de alta" (compilação de artigos políticos). Em 1944, ele se casou com Lilina Iturbe. Em 1946, viajou ao México para proferir o discurso de ordem na inauguração de um monumento a Simón Bolívar. No final deste ano, ele preside a Assembléia Nacional Constituinte, apelando à reforma da "Carta Fundamental". Em 1947, ele publicou "Vargas, executor da angústia" (biografia). Em 1948, o Presidente Rómulo Gallegos o nomeou Ministro das Relações Exteriores.

Após a derrubada de Rómulo Gallegos, é formado um novo Conselho de Governo, presidido pelo tenente-coronel Carlos Delagado Chalbaud. A Ação Democrática é dissolvida e o poeta e sua família deixam a Venezuela para Cuba e depois se mudam para o México. Longe da disputa política, Andrés Eloy Blanco escreve novamente. Desse retorno à criação literária, encontramos: "Um ano da sua luz" (1951) e "Giraluna" (1955). Em 21 de maio de 1955, ele morreu tragicamente na Cidade do México.


Bibliografía: Sambrano Urdaneta, Oscar y Miliani, Domingo. "Literatura Hispanoamericana II", Monte Ávila Editores Latinoamericanos. Caracas, 1971.


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