quinta-feira, 19 de outubro de 2023

A la Izquierda del Roble

MARIO BENEDETTI 

- Voz FENETÉ


Não sei se isso já aconteceu com você, 
mas o Jardim Botânico é um parque dormitório
onde você pode se sentir como uma árvore ou como um vizinho, 
desde que atendido um pré-requisito.
Que a cidade exista silenciosamente longe.
O segredo é apoiar-se, digamos, num tronco
e ouvir através do ar que admite ruídos mortos
como os eléctricos galopam sobre Millán e Reyes.
Não sei se isso já aconteceu com você
mas o Jardim Botânico sempre teve
uma propensão agradável para os sonhos
para os insetos rastejarem pelas suas pernas
e a melancolia rastejar pelos seus braços
até você fechar os punhos e pegar dela.
Afinal, o segredo é olhar para cima
e ver como as nuvens lutam pelos topos
e ver como os pássaros lutam pelos ninhos.
Não sei se isso já aconteceu com você
ah, mas casais que fogem para o Jardim Botânico
seja saindo de um táxi ou descendo de uma nuvem
costumam conversar sobre assuntos importantes
e olhar fanaticamente para cada um os olhos do outro
como se o amor fosse um túnel muito breve
e eles se contemplassem dentro desse amor.
Aqueles dois, por exemplo, à esquerda do carvalho
(eu também poderia chamá-lo de amendoeira ou araucária
graças às minhas lacunas sobre Pã e ​​Linnaeus)
falam e aparentemente as palavras
se emocionam ao olhar para eles
já que nem me alcance nem os ecos.
Não sei se isso já aconteceu com você
mas é muito bom imaginar o que dizem
principalmente se ele morde um galho
e ela deixa um sapato na grama
principalmente se ele tem ossos tristes
e ela quer sorrir mas não pode.
Para mim o menino está dizendo
o que às vezes se fala no Jardim Botânico
Ontem o outono chegou
o sol de outono
e eu me senti feliz
como há muito tempo
como você é linda
eu te amo
no meu sonho
à noite
ouvem-se as buzinas
o vento sobre o mar
e ainda assim
também 
É silêncio
me olha assim
eu te amo
eu trabalho duro
faço números
fichas
discuto com cretinos
me distraio e blasfemo
me dê sua mão
agora
você já sabe
eu amo você
às vezes penso em Deus
bem, não tantas vezes
não gosto de roubar
seu tempo
e também está longe
você está ao meu lado
agora estou triste
estou triste e eu te amo
as horas vão passar
a rua como um rio
as árvores que ajudam
o céu  
amigos
e que sorte
eu te amo
há muito tempo fui criança
há muito tempo e o que isso importa
o acaso foi simples
como entrar nos seus olhos
me deixe entrar
eu te amo
graças a Deus eu te amo.

(traduzir um poema não é tarefa fácil... nem acho que seja possível. baitasar)





No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.
Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico
ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
dejame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puedo ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.
Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llevale flores
que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube a resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.
El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nacer desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo




Música:
Touching Moments Three - Deeper by Kevin MacLeod
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