Alfredo Zitarrosa - Héctor Numa Moraes
Y me fui. Me fui de casa. Nunca volví. La vieja había muerto cuatro años antes. El viejo se quedaba solo, pero yo nunca volví. ¡Ni lo vi morir, ni sé cuándo se murió, ni me interesa!
No me cantes, ni me digas
cómo es tu canto, el antiguo
canto de cuarenta siglos
que no sé cantar ahora
porque la noche y la hora
de cerrar el almacén
son como canto de tren
riel y riel
noche sonora
que no te deja dormir
ni soñar
ni pensar
ni morir
ni vivir.
..........................................................................
Por sanar de una herida
he gastado mi vida
pero igual la viví
y he llegado hasta aquí.
Por morir, por vivir,
porque la muerte es más fuerte que yo
canté y viví en cada copla
sangrada querida cantada
nacida y me fui...
Y me fui. Me fui de casa. Nunca volví. La vieja había muerto cuatro años antes. El viejo se quedaba solo, pero yo nunca volví. ¡Ni lo vi morir, ni sé cuándo se murió, ni me interesa!
No me cantes, ni me digas
cómo es tu canto, el antiguo
canto de cuarenta siglos
que no sé cantar ahora
porque la noche y la hora
de cerrar el almacén
son como canto de tren
riel y riel
noche sonora
que no te deja dormir
ni soñar
ni pensar
ni morir
ni vivir.
..........................................................................
Por sanar de una herida
he gastado mi vida
pero igual la viví
y he llegado hasta aquí.
Por morir, por vivir,
porque la muerte es más fuerte que yo
canté y viví en cada copla
sangrada querida cantada
nacida y me fui...
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